Antes de afrontar la nueva semana ELE, he dedicado un rato a ¡ESTUDIAR!, sí, lo que he escrito. Un docente necesita justificar su enseñanza, fundamentarla y experimentarla. En este párrafo comento algo esencial: el estudiante. Su actuación lingüística delata su aprendizaje: competencias, destrezas y habilidades. El docente dirige, gestiona, negocia, acompaña, reta y comparte.
El Marco común europeo de referencia para las lenguas (MCERL) plantea preguntas a los lectores: qué tendrá que hacer el alumno, cómo se le
capacitará para ello, qué se le exigirá al respecto. Las respuestas están
sin determinar ya que vendrán dadas por las necesidades y objetivos del
estudiante, su perfil de aprendizaje y su experiencia lingüística. Contribuye a
este planteamiento el contexto externo de uso de la lengua, el contexto mental
del usuario o estudiante y el contexto mental del interlocutor. Estará
contextualizado según las tareas e intenciones comunicativas realizadas a
través de actividades comunicativas y estrategias de expresión, comprensión,
interacción, de mediación, oral y escrita. Se trata de movilizar recursos para
la acción lingüística por parte del estudiante y en su defecto, reajustar la
tarea y en consecuencia, el resultado ( el hecho lingüístico).
No hay comentarios:
Publicar un comentario